Me ha parecido una actividad bastante interesante, aunque más que interesante divertida, es una forma nueva de poder trabajar con niños, de una manera segura ya que al utilizar elementos naturales no corremos el riesgo de una intoxicación, además de ser divertido tanto para ellos como para nosostros, pocas veces puedes comerte lo que haces tu mismo, eso si, solamente si está hecho con buenas vibraciones, si no es asi.....¡¡¡¡¡¡¡STOP!!!!!! habrá que tirarlo que sino....puede dolernos luego la tripa, un mandala expresa abiertamente nuestars emosciones en ese momento y dependerá del colorido, las formas que dibujemos lo que seguramente determinará como no s encontramos.
En cuanto a mi experiencia personal, yo no me comí mi mandala porque ¡¡¡¡¡NO ME GUSTA EL CHOCOLATE!!!! cosa rara si losé, pero seguro aunque lo hice con todas mis buenas vibraciones tampoco me hubiera sentado bien.
En general fenomenal, creo que deberiamos hacer más cosas de estas porque esto es lo que va fomentando que nuestra cretaividad sea más grande
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